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Una de las ventajas, o inconvenientes, según se mire, del Raspberry Pi es que no suma con almacenamiento físico en la propia placa, sino que el sistema operativo se debe instalar en una tarjeta de recuerdo (SD o Micro-SD según el modelo que tengamos), tarjeta que ademas también se utiliza según sistema de almacenamiento principal. A pesar de ser un almacenamiento extraíble, muchos consumidores se quejan de incovenientes de almacenamiento al utilizar este micro-ordenador.
La certeza es que la mayoria de los consumidores cuando compran el Raspberry Pi no suelen adquirir una tarjeta de recuerdo fundamentalmente dedicada para él, sino que suelen utilizar alguna de las tarjetas de memorias que suele haber por casa, tarjetas de cuatro GB o ocho GB que seguramente nos hayan sobrado de algún artefacto viejo.
Además de la pérdida de dividendo de utilizar una tarjeta de recuerdo de gama baja, si recurrimos a estas tarjetas de poca aptitud lo más seguro es que nos quedemos inmediatamente sin espacio disponible. Si no deseamos problemas, lo ideal es utilizar una tarjeta de memoria Micro-SD de Dieciséis o 32 GB, tarjetas que pudimos adquirir suficiente baratas (la ©Samsung EVO de 32 GB cuesta doce euros en Amazon) de forma que nuestro micro-ordenador trabaje a la perfección.
Otro aspecto a tener en suma es que cuando copiamos la imagen primordial (por ejemplo, Raspbian, o simplemente NOOBS), el programación de flasheo particiona la tarjeta de recuerdo para instalar la distribución, pero deja suficiente espacio sin regalar formato, espacio que no pudimos utilizar. Por ello, lo primero que debemos proceder en cuanto comenzamos a utilizar nuestro Raspberry Pi es utilizar la funcion de expandir espacio de almacenamiento directamente desde Raspbian (usando raspi-config), o expandir manualmente el espacio utilizando una herramienta de edición de particiones que nos permita hacerlo.
Si necesitamos más espacio del que nos ofrece nuestra tarjeta de recuerdo Micro-SD, entonces debemos plantearnos distintas alternativas. Dado que este micro-ordenador tiene artos puertos USB (4 en las últimas ediciones), pudimos utilizar 1 de ellos para conectar una recuerdo USB que utilizaremos según almacenamiento, o un disco duro externo para aquellos que necesiten demasiado más espacio (por ejemplo, si van a utilizar el RPi según centro multimedia).
Si la idea del USB no nos convence, y tampoco deseamos adquirir una Micro-SD de más tamaño, otra selección muy interesante es buscar una repartición demasiado más ligera y pequeña. Raspbian, por ejemplo, suma con una versión pequeña “Lite” que ocupa menos medida (350 MB relatividad a los casi dos GB de la imagen completa de esta distro) al no introducir programas y paquetes innecesarios.
Por último, también pudimos utilizar para hacer limpieza en nuestra distro, eliminando los paquetes que no necesitemos y que estén ocupando espacio de forma innecesaria en la tarjeta de memoria, y eliminando todos aquellos que hayan quedado guardados, sean obsoletos y no se necesiten para el correcto funcionamiento de la distro. Para ello, simplemente poseeremos que operar los siguientes comandos:
- sudo apt purge -y [paquete]
- sudo apt autoremove
- sudo apt clean
Así podremos tener inclusive el ultimo byte de nuestra tarjeta de recuerdo bien aprovechado.
¿Alguna vez has tenido incovenientes de almacenamiento en vos Raspberry Pi?
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